El autor
¿Qué tal? Me llamo Armand Rausell Moreno, autor del blog, monitor de actividades de tiempo libre y un pesado de la biología. Siempre he sentido que la biología es capaz de transmitirme una curiosidad única e incansable. Tal vez sea por su capacidad de abarcar muchos aspectos de la vida o tal vez sea porque realmente conocemos muy poco.
Fuera cual fuese el motivo real, tuve muy claro qué quería estudiar y hacer el Grado de biología en la Universitat de València. Ahora, en todo momento que tengo la ocasión, intento enseñar el nombre de alguna especie a algún amigo o explicar por qué se les caen las hojas a los árboles. Empecé la carrera pensando que disfrutaría más las neurociencias y la genética. Sin embargo, acabé fascinado por las salidas de campo y la biodiversidad. Ahora, en el momento de redactar esta sección, me encuentro a escasas semanas de continuar mis estudios en las ramas que más me apasionan dentro de la biología, la biodiversidad y la conservación, en un máster de Biodiversidad en áreas tropicales y su conservación por la UIMP y el CSIC.
El proyecto
Juntando esta inquietud biológica con las ganas de contar cosas surgió en mi mente la imagen de cuando nos juntábamos compañeros y compañeras de biología en la cafetería de nuestro campus, la cual llamábamos “la de bio”. En estas reuniones improvisadas entre clases y laboratorios hablábamos de forma informal de cómo iban nuestros proyectos, cómo nos había sorprendido alguna clase o lo inconformes que estábamos con las correcciones de los exámenes. Podíamos hablar de todo, debatir, contar anécdotas de salidas de campo o imaginarnos nuestro futuro dentro de la biología. Siempre disfrutaba de esas charlas ya que me inspiraban a hacer ciencia.
En la cafetería, además, siempre encontrabas a docentes, jóvenes investigadores y grandes profesionales hablando tranquilamente con sus colegas, intercambiando ideas. ¿Podrían convertirse estas cafeterías y las conversaciones informales en lugares de encuentro y divulgación entre científic@s de todo tipo?